Noche del 1 al 2 - Bilbao A las 17:00 íbamos a comer y entre que comimos poco y empezamos con los birramenes. La proporción 1 Pinta de birra - 1 tapa no puede (siendo lo único sólido ingerido en el día) no puede desembocar más que en una pedazo de chuza. Y efectivamente así fue.En el casco viejo de Bilbo a las 19:00 ya llevábamos un pedal interesante Gimto (fr), Lucille (fr) y un servidor (es). Dado que Gimto no habla castellano, Lucille que prefiere hablar español y yo que no sé ni papa francés, pues la liamos gorda. 3 bares, montones de cervezas y algún txacolí después subimos a las doce y media a la pensión (a esas horas yo ya llevaba 26 horas sin dormir, y uno se va haciendo mayor), reventados, eso sí con una botellita de vodka a la que le dimos un buen tute. En el balcón de la pensión el francesito se animó y empezó a gritar guapas a todas las gacelas que pasaban por la calle.
Noche del 2 al 3 - Zaragoza, Después de una visita relámpago a San Sebastián... fuimos a mi casa en Zaragoza. Llegamos a eso de las diez de otro día largo. Hice algunas llamadas y como era de esperar los pocos que quedaban por aquí estaban con poquitas ganas. Así que nos fuimos Lucille, Gimto y yo a crapulear un poco, salimos de casa a eso de las 11:30 y les llevé directo al Crápula.
La verdad es que estaban cansados... y a Lucille le apetecía ir a casa a beber de trankis. Así que a eso de las dos y después de unas birras y unos "tepot" (no sé como se escribe). Nos dimos un rulo por la city y para casa donde aprendieron el arte de beber en porrón. Así hasta las tantas que nos fuimos a dormir.
Noche del 3 al 4 - Zaragoza, El sábado ya estábamos mentalizados y el personal volvía de los correspondientes viajes. Así que nos preparamos a conciencia y descubrieron la siesta nocturna. En la cama, con pijama y hay que levantarse cuando ya ha anochecido.
Primero cena de tapeo en el Continental, luego la primera en el Zorro. En serio no sé que tiene de especial ese garito para un sábado noche. Se continuó la noche en el Jardín del Temple, vacío y poco motivador. Luego buscando un poco de ritmo nos fuimos al dejabú. Llegamos y nos fuimos. El siguiente paso fue La Martinica y la noche pareció arreglarse con un poquito de requetón. Pero no del todo conformes marchamos al gran error de la noche la sala Ben-Hur. House y pachanga... una mezcla explosiva.
Como íbamos con Lucille, los ánimos esa noche estaban muy calmados y aunque hubo algún avistamiento no se llegó a mayores.
Por cierto los participantes eramos Gimto, Kike, Largo, Alberto, Lucille y yo. Largo se retiró después del dejabú. Alberto al salir de la Martinica. Los demás aguantamos hasta el final.
Si he de elegir me quedo con la primera noche.
